
Otras bonitas cartas de amor
Uncategorized / 20 julio, 2023 / Mario GrageraAurelio el mono sabihondo, influencer y tontocoñer os invita a leer otras cartas de amor.
Mi hermosa Fátima Salchicheu:
Al pasear de nuevo por Las Ramblas y ver a los mimos, que siempre te hicieron mucha gracia, al ver aquellos cantantes peruanos soplando sus flautas, y aquellos puestos en los que vendían todo tipo de artículos: desde un jersey, hasta un sofá, desde una tinaja, hasta una batidora con mando a distancia; me traen unos recuerdos estupendos.
Recuerdo con una sonrisa lo felices que éramos comiéndonos aquel perrito caliente, y como te chorreaba la mostaza por toda la cara. Supongo que recuerdas como rápidamente saqué mi pañuelo, yo lo recuerdo como si fuese ayer por la tarde. Le quité los pegotes moqueros que otras veces olvidaba y tu cara te rascaba, para limpiarte la boca y el pecho, para dejarte toda pegajosa de mostaza y escupiñas. También recuerdo como nos reíamos cuando nos caímos al suelo al romperse uno de tus tacones, y tiraste de mí sacándome el hombro de sitio, que no hubo manera de convencerle para que volviese a su lugar de trabajo. Así me quedé medio lisiado para toda la vida. ¡Ay! Qué bonitos recuerdos, éstos son lo que realmente a uno le hacen seguir tirando para adelante, pensar en esos buenos ratos pasados y los que vendrán, que espero que sean muchos buenos momentos venideros o fuideros.
Sé que tú ahora no pasas por un buen momento anímico. Ya me enteré de tu gran pérdida, debió ser muy duro, a la vez que muy traumático, una situación difícil de remontar- La pérdida de tu nueva lavadora, ya me dijeron que apenas tenía diez años. No poder lavar como siempre tu ropita es un duro trance, lo sé.
Espero tu pronta recuperación, que las noticias que me vengan de tu vida, sean de lo más reconfortantes para mi vecino del tercero.
P.D. Que se me olvidaba decirte que a mi hijo el mayor lo violaron y le dieron una paliza, lo encontraron en una tinaja; pero bueno, la vida sigue mujer, arriba esos ánimos.
Se despide con mucho cariño Paco Ramírez Rangel, un buen amigo, eso lo saben hasta los enanos del circo.
Mi querido Paco:
Así te cuelguen de los cataplines, tan alto, tan alto, por lo menos como de la estatua de Colón. Cuando se te empiecen a estirar los collons, que consigas llegar al suelo, y con lo que te sobre de tu recolgón pellejo te hagas una piragua de piel impermeable como siempre deseaste.
Por lo demás todo bien, la niña ya vuelve a ir al instituto, y el abuelo ya escupe los restos de dentadura que se le partió comiendo nueces. A tu madre la abdujeron unos ovnis forasteros.
Cuídate mucho pachucho.
Fátima Salchicheu Solans.
SUSCRÍBETE A MI BLOG