En mi locura
Me asomo por la ventana aún con ojos llorosos,
veo a los cerdos del vecino de hocicos morroñosos.
Su jirafa llama a mi puerta y me pide fuego,
no encuentro el mechero, en mi cajón lo compruebo luego.
Las cucarachas bailan claqué en mi lavabo nuevo.
piensan que debo estar ciego.
Mi perro Juan ha dejado de hablarme.
Vaya día de mierda, ¿qué más puede pasarme?
Mejor me acuesto, en mi cama está el silencio.
No quiero estar para nadie, menos para mi vecino Prudencio.
Si ya no despierto ¿a quién molesto?
Estoy que a veces me detesto.
Vuelvo a la ventana, miro hacia el suelo.
Pienso en abrirla y tirarme,
por el suelo mancharme.
