Eras mi abuela

de mi padre su madre,

incansable fuiste

y de todos cuidaste

gastando toda suela.

De allá para acá

toda ella, toda Paca.

Brío, coraje, cortaba la tela.

Sin pedir nada a cambio

así eran, se llamaba madre.

A sus nietos besos,

y mil abrazos hasta caer rendida,

a sus hijos un guiso, una sopa fría

ofrecía lo que poseía,

nada guardaba, nada escondía,

siempre la mano tendida,

ni aun viendo desaires.

Corazón enorme, más cada día,

de mi padre su Madre, abuela mía.

 

 


No hay comentarios hasta ahora.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. El campo del sitio web es opcional.

COMENTARIOCOMENTARIO
Tu NombreTu Nombre
EmailEmail
WEBSITEWEBSITE