
Otros tiempos
Uncategorized / 17 junio, 2022 / Mario GrageraHubo un tiempo en que los hombres viajaban a lomos de sus bestias más preciadas, aquellas que dormían al final del pasillo dentro de, las frescas en verano y cálidas en invierno, casas de largos pasillos y habitaciones a ambos lados. Eran tiempos de antes de la Pandemia…
Mujeres y hombres embrutecidos, que diría el moderno de hoy que todo lo clasifica y etiqueta.
Otra época en que a todo lo oscuro se le llamaba negro y a lo claro se le llamaba blanco.
El que engañaba a otro presto era señalado por todos. Tiempos no tan lejanos en los que un simple apretón de manos era el mejor acuerdo, más elevado que firma ante notario; como testigos solo bastaban el aire y el sol que los alumbraba, más que la lámpara de un despacho, más que precepto suscrito en casa de corregidor, aunque ese día amaneciese y permaneciera nublado.
Un periodo en la vida donde se valoraba el esfuerzo, se premiaba el trabajo duro para el bienestar de familias, amigos y demás semejantes.
Transcurrían las edades en el tiempo trabajando para ganar los cuartos que eran el medio y no el fin. Se atesoraban risas, abrazos y besos.
Se ocupaba uno, cuando la faena lo permitía, en sentarse en bancos para contemplar atardeceres, mejor que otros bancos donde el Diablo guarda sus codicias.
Otro tiempo en el que el normal de los comunes respetaba las costumbres, fuente de leyes, que tan solo servían para recordar las líneas por las que caminar tranquilos.
Nunca debes fiarte de apariencias, etiquetas que otros ponen alegremente. Cualquiera puede enseñarte los mejores valores si se le escucha sin prejuicios.
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