
40 reseñas
Actualidad / 23 julio, 2021 / Mario GrageraCelebrando que hay ya 40 comentarios positivos en el diario de Óscar en la página de Amazon. Aquí os dejo, porque soy de natural generoso, la introducción de esta novela que cuenta hechos que bien pudieron haber ocurrido en la realidad y no solo en el imaginario de este junta letras.
INTRODUCCIÓN
Me llamo Antonio Palacios, soy periodista y colaboro en varias revistas de información general y especializada, aunque también, sobre todo últimamente, me dedico a investigar casos extraordinarios un tanto turbios y escabrosos, casos abiertos a los que aporto mi versión, mis hipótesis y mis conjeturas basadas en muchos años de experiencias.
Además de mi trabajo diario, con el que realmente me gano el pan, cada vez que tengo la oportunidad dedico mi tiempo a escribir en un blog sobre temas paranormales, historias ocultas, ovnis, casos sin resolver, etc., aunque no con la asiduidad que me gustaría. Por suerte, me leen muchos fieles seguidores. Al principio eran unos pocos amigos, pero luego se fueron sumando los amigos de los amigos y ahora los cuento por cientos.
El asunto que me ocupa en estos momentos es una historia que me llegó a través de una antigua amiga del colegio que, a su vez, conocía a una chica llamada Ana, quien nos regaló el diario del que fuera su novio —actualmente, para mí, en paradero desconocido— y que estaba archivado en su portátil.
Esta asombrosa historia la he escrito con objeto de darla a conocer al mundo. Probablemente, me tomarán por un loco con mucha imaginación. Si los hechos ocurrieron tal cual se cuentan en el diario del protagonista, si esas historias que dieron la vuelta al mundo son ciertas y son consecuencia de lo explicado en sus páginas, quizá deba preocuparme por mi vida.
Decidí, una vez me entregaron el diario, darle la forma de libro convencional para que pueda leerse como una novela, cuyos hechos siguen una línea temporal.
En este libro se explican las muertes que se sucedieron a uno y otro lado de los continentes y que ocuparon las portadas de todos los medios impresos y fueron cabecera de telediario durante meses, noticias que asombraron a la opinión pública y en las que se hablaban de horribles e inexplicables crímenes ocurridos en extrañas circunstancias y que, a día de hoy, siguen siendo motivo de debate y discusión en todos los mentideros, charlas y tertulias de los medios de comunicación especializados. Las autoridades policiales y encargadas de los distintos casos aún no han podido dar ninguna explicación, no han detenido a nadie y, de hecho, según sé por mis fuentes, no saben por dónde continuar. La mayoría de los casos siguen siendo expedientes abiertos a falta de pruebas concluyentes que aporten algo de claridad o comprensión de lo ocurrido.
Por otro lado, y después de haberme entrevistado con ciertas personas de distintas administraciones públicas e instituciones, Policía e individuos relacionados con los casos, con el objetivo de encontrar toda la información disponible sobre ellos, he llegado a la conclusión de que nadie en el entorno de la investigación parece muy interesado en conocer la verdad de los hechos. Estoy cada vez más convencido de que prefieren que todo permanezca enterrado bajo muchos kilos de olvido, si se me permite la expresión. También quiero dejar constancia, y aún a riesgo de que me acusen de paranoico, de que, de un tiempo a esta parte, creo que estoy siendo vigilado; y, sí: temo por mi vida.
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